Problemas en las relaciones
Las relaciones entre los miembros de una familia necesitan con frecuencia atención clínica por parte de los profesionales de la salud. Esto ocurre cuando existen patrones de relación que producen un deterioro en las relaciones, o contribuyen a síntomas o trastornos de uno o más miembros de la familia. También, cuando determinadas circunstancias como una enfermedad, un trastorno clínico, una ruptura, o el fallecimiento de un familiar implica un daño considerable de las relaciones familiares.
Cuando un miembro de una familia presenta una enfermedad o manifiesta un trastorno, la vida de todos los miembros se afectada. Tanto si el problema se manifiesta en un niño, un joven o un adulto, en toda la familia surgen a nivel individual, pensamientos (preguntas, dudas…) y emociones (tristeza, miedo, rabia…) que conviene compartir… todos los familiares se suelen encontrar con sentimientos y preocupaciones similares. Por otra parte, la enfermedad o el trastorno altera el funcionamiento familiar cotidiano. La adaptación a estas circunstancias requiere afrontar la crisis, unir esfuerzos, atender las situaciones urgentes, conocerla enfermedad o el trastorno en el presente y su posible curso futuro, darle un significado, asumir las implicaciones… También se hace necesario aprender a convivir con la nueva situación y manejar los síntomas derivados de ella, así como reorganizar pautas y hábitos para poder compatibilizar la vida familiar con las atenciones necesarias.
En definitiva, un proceso que suele venir cargado de tensiones, de estrés y de desorientación, por lo que resulta muy conveniente un acompañamiento terapéutico familiar especializado.
La relación entre padres e hijos suele fluctuar entre momentos de armonía y otros de crisis. Diferentes momentos en el ciclo vital familiar son especialmente sensibles, siendo la etapa de la adolescencia de los hijos, un momento en que las crisis se hacen particularmente intensas.
En la adolescencia se suele generar una interacción entre padres e hijos marcada por una incomprensión mutua, una distancia física y emocional, un deterioro de la comunicación, una casi imposibilidad de negociación y de resolución de problemas y una gran dificultad en aplicar y adaptar pautas, normas y límites.La terapia familiar puede ayudar a los adolescentes a aprender a ser independientes y autónomos, a autoafirmarse de forma sana, a potenciar la confianza en sí mismos y, sobretodo a preservar el sentido de pertenencia a su familia como núcleo de apoyo seguro y de crecimiento personal.
También en los primeros años de vida delos hijos hay circunstancias que son relevantes, y pueden marcar la relación de padres e hijos en el futuro. Las formas de apego y de vinculación temprana entre padres e hijos son de especial importancia en la vida familiar. También lo son las pautas de manejo de las primeras crisis por la incorporación de hábitos nuevos de higiene, comidas,vestirse u horarios. Por otra parte, pueden suponer un reto difícil las rabietas, las peleas entre hermanos, la adaptación al colegio y problemas en la convivencia escolar, miedos, fobias… incluso la aparición de enuresis, tics nerviosos o conductas disruptivas… En todas estas circunstancias el acompañamiento terapéutico a las familias facilita tratar con confianza y seguridad el problema, y aplicar soluciones que protejan a los menores y potencien el vínculo positivo entre padre e hijos.
La terapia familiar puede ser de ayuda en todos estos momentos pues permite orientar a padres e hijos hacia una salida de la crisis, atendiendo con información, criterio y actitud adecuada, el problema o el momento vital. Un proceso terapéutico favorece incorporar pautas de relación y de convivencia funcionales, facilita el aprendizaje de estrategias, habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones, y potencia las capacidades de cada familiar para manejarse en estas circunstancias.
Los problemas en la relación de pareja son una de las principales causas de malestar e infelicidad de las personas, por lo que son de frecuente atención en terapia.
Son habituales los problemas en la interacción entre cónyuges o compañeros caracterizados por una comunicación negativa (críticas, acusaciones), distorsionada (expectativas poco realistas, no ver lo que uno hace por el otro, falta de compromiso), o una ausencia de comunicación (aislamiento, hablar mucho sin apenas decir nada, poca o nula expresión de afectos y amor, falta de intimidad). También se presentan luchas por el poder o el control, problemas en la convivencia por reparto de tareas, gastos, cuidado de los hijos, tiempo de ocio propio y compartido, relación con familiares próximos y amistades, filosofía de vida, expresión de la sexualidad…, se trata de situaciones en las que la terapia de pareja aporta orientación, ayuda a buscar y establecer pautas de consenso funcionales y mejora la relación en sí.
Pero también hay otras circunstancias en el ciclo vital de la pareja que pueden ser conflictivas y beneficiarse de terapia: la decisión de formar una familia o iniciar una convivencia, tener hijos (o la imposibilidad de tenerlos), la llegada de los hijos y los ajustes que esto requiere, la conciliación de la vida individual con la de pareja y familiar, la educación de los hijos en sus diferentes etapas, la emancipación de los hijos (o la imposibilidad de la misma)…, hasta el reencuentro de la pareja tras la crianza de los hijos, la jubilación laboral o el cuidado de los padres (o suegros) mayores.
Otras situaciones que pueden llevar a una pareja a terapia suelen serlos celos, el tener que desvelar secretos del pasado individual o familiar, necesidad de hacer explícita o superar una infidelidad, separaciones recurrentes como dinámica en la relación, decidir seguir juntos o separarse.
La llegada de un hermano a la unidad familiar puede conllevar rivalidad, celos, peleas y/o discusiones. Con los años, las relaciones entre hermanos pueden verse deterioradas por estas cuestiones, generándose malentendidos entre ellos, asuntos no resueltos…En terapia familiar se pueden facilitar procesos de acercamiento y reconciliación entre hermanos, de resolución de conflictos pendientes, y también organizar y tomar de decisiones al respecto de circunstancias particulares, como por ejemplo el cuidado de otros familiares.
Hay otras circunstancias familiares que pueden beneficiarse de sesiones de terapia familiar, entre ellas pueden estar la decisión de adoptar hijos, su adaptación a la vida familiar, las demandas del adoptado con el paso de los años al respecto de su origen y familia biológica…También, la necesidad de comunicar y revelar secretos a otros miembros de la familia, aceptar la orientación sexual de un hijo, o crear una familia reconstituida y llevar el proceso de reunificación con respeto y cuidado de las necesidades de todos los miembros.
TRATAMIENTOS:
La terapia familiar se centra en ayudar a las personas con la participación activa, en las sesiones de terapia, de los miembros de su familia, su pareja u otras personas significativas de su red social. Con esta intervención psicológica se suelen abordar problemas o circunstancias como: mejorar la comunicación, resolver conflictos, gestionar y superar una crisis o momento vital, tomar una decisión, afrontar comportamientos disruptivos de un familiar, ser de ayuda ante la enfermedad o trastorno de un miembro de la familia, optimizar las capacidades de apoyo entre los familiares…
La terapia familiar es un tipo de intervención psicológica que se centra en ayudar a las personas con la participación activa,en las sesiones de terapia,de los miembros de la familia, la pareja u otras personas significativas de la red social. Con este enfoque terapéutico se suelen abordar problemas o circunstancias como: mejorar la comunicación, resolver conflictos, gestionar y superar una crisis o momento vital, tomar una decisión, afrontar comportamientos disruptivos de un familiar, ser de ayuda ante la enfermedad o trastorno de un miembro de la familia, optimizar las capacidades de apoyo entre los familiares…
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24329407
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21083549
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1132055912700728