bulimia

La Bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria que suele aparecer en mujeres jóvenes (inmersas en la complejidad del desarrollo hacia la adultez), aunque también puede darse en varones. Se caracteriza porque la persona realiza atracones de comida que le resulta imposible controlar. Se puede llegar a ingerir una gran cantidad de alimentos, habitualmente de alto contenido calórico, en un espacio corto de tiempo. Después de estos episodios aparece un intenso malestar y sentimientos de culpa, que unidos al miedo a ganar peso llevan  a tratar de compensarlos de una forma inadecuada.Casi siempre, induciéndose el vómito, aunque también por otros métodos como utilizar laxantes, ayunar o hacer ejercicio de forma excesiva. Todo ello, genera un estado casi constante de hambre malestar emocional, que favorece atracones posteriores, y un aumento progresivo de la sensación de descontrol. Por otra parte, existe mucha preocupación por la imagen y por el peso, que suele tener un valor tan importante en la autoestima, que otros campos quedan relegados. Este problema no siempre se presenta en personas con bajo peso, es también habitual en personas con normopeso y con sobrepeso.

Los atracones  se realizan en secreto, a escondidas de familiares y amigos, ya que generan mucha culpa y vergüenza en la persona, por lo que es habitual que el entorno no pueda detectar el problema enseguida. El trastorno de alimentación no es una condición aislada, sino que invade diferentes áreas de la vida. Suelen aparecer complicaciones asociadas, que van desde los problemas de salud hasta alteraciones de tipo emocional (como la ansiedad o la depresión) y de las relaciones con los demás.

TRATAMIENTO
:
En cuanto al tratamiento psicológico, existe evidencia de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual para este trastorno, así como de la Terapia interpersonal.

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0272735813000111

Tal y como recogen la guías de práctica clínica del sistema nacional de salud, la TCC es útil para reducir los síntomas principales y los efectos psicológicos asociados. La intervención desde este enfoque se dirige inicialmente a aumentar la comprensión sobre los factores implicados en el problema, para luego abordarlos. Se identifican y tratan los estados emocionales y físicos que actúan como disparadores del problema, se trabaja sobre los  pensamientos y creencias que influyen en su origen y mantenimiento, y se proporcionan herramientas que permitan un manejo menos impulsivo de las dificultades, a la vez que se entrenan habilidades más adaptativas de afrontamiento.

En la mayoría de casos resulta muy útil incorporar intervenciones de tipo familiar. Proporcionar información al entorno cercano para que puedan comprender y acompañar a la persona, mejorando la calidad de las relaciones y la comunicación entre los miembros, son aspectos esenciales.

Otras intervenciones pueden ser necesarias, como las  encaminadas a tratar de identificar y expresar emociones de un modo más saludable, una comprensión más profunda sus necesidades, el papel de sus relaciones pasadas y actuales, y un mejor control de los impulsos. Todo ello favorecerá una mejora del autoconcepto.

 

Trastorno por atracón

Este problema consiste en episodios de ingesta compulsiva de comida, con sensación de pérdida de control como elemento principal. Debido a la vergüenza que genera, suelen realizarse a escondidas, incluso en algunos casos únicamente por la noche, cuando el resto de la familia duerme. Aunque después del atracón aparecen sentimientos de culpa y malestar, no se recurre a métodos para compensarlo  (como vómitos, dietas estrictas o laxantes…), y la persona se encamina con el tiempo hacia un problema de sobrepeso. Provoca intenso malestar, llegando a generar desde problemas físicos y emocionales (depresión, baja autoestima, ansiedad,…) hasta afectar a su autoimagen y su relación con los demás.

TRATAMIENTO:
En cuanto al tratamiento, la terapia cognitivo-conductual se ha mostrado efectiva para reducir la frecuencia de los atracones, tal y como muestran tanto los estudios en el campo como las guías del SNS.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19821271

Por otro lado, los aspectos antes mencionados del tratamiento para la bulimia nerviosa,  resultan igualmente útiles para el trastorno por atracón. Resultan valiosas especialmente intervenciones centradas en aprender a manejar el estrés, favorecer la autorregulación emocional y mejorar las relaciones con los demás.

anorexia-nerviosa

Se trata de un Trastorno de alimentación que aparece habitualmente en la pubertad, y mayoritariamente en mujeres, aunque cada vez con más frecuencia se observa también en varones, y en diversos rangos de edad. El principal rasgo es un intenso miedo a ganar peso, por el que se restringe la alimentación de forma extrema. Esto se asocia con frecuencia a una práctica de ejercicio excesiva, uso de diuréticos o laxantes y/o otras conductas purgativas, como el vómito tras la ingesta de comida, aunque ésta no sea en grandes cantidades. Las personas que desarrollan este trastornos dan un gran peso a su imagen corporal en su autoestima, de modo que otras áreas (competencia académica, relaciones sociales…) quedan infravaloradas. El inicio se asocia frecuentemente al enorme reto que supone crecer, y construirse individualmente, y es habitual que se desencadene tras algún hecho que dañe la autoestima (ruptura de pareja, comentario negativo sobre el aspecto físico…) o tras un período de dieta.Los intentos de manejar las dificultades personales complejas a través del control de la imagen y la alimentación, están destinadas a fracasar, pues la propia inanición produce tristeza, irritabilidad, cavilosidad, y dificultades de concentración que repercute negativamente en áreas muy importantes de la vida (estudios, amistades, pareja, familia…). Por ello, los intentos compensatorios tienden siempre a aumentar y la reducción de peso nunca es suficiente, entrando en una dinámica que se perpetúa, pudiendo en última instancia conducir a la muerte por efecto de la desnutrición. En la experiencia interna, la persona se siente atrapada, siempre y casi únicamente pendiente de la alimentación, el peso y las sensaciones corporales (contando las calorías de cada alimento, necesitando pesarse cada día, pensando como esconderse para vomitar o como esconder la comida, dudando si ir a una cena con amigos por si en el menú habrá algo que pueda comer, pensando excusas para no comer en público). En esta situación de riesgo vital, las dinámicas familiares (muchas veces en un intento protector) se ven profundamente alteradas,dando lugar a gran sufrimiento por parte de toda la familia, y bloqueando un desarrollo que favorezca el crecimiento y el cambio de etapa.

TRATAMIENTO:
El tratamiento de este trastorno requiere en la mayoría de caso un abordaje integral físico y psicológico, y suele ser necesaria la coordinación con otros profesionales (psiquiatra, nutricionista), y/o con dispositivos específicos en diferentes momentos del proceso.

Para realizar el abordaje psicológico en base a sesiones en consulta no hospitalaria, deben garantizarse unas condiciones mínimas de nutrición, tanto como protección del  riesgo físico que implica la inanición, como para que el estado de la persona permita que pueda beneficiarse del proceso de terapia.

Una intervención standard incluirá educación nutricional, una comprensión de los elementos implicados en el inicio y mantenimiento del problema, y el desarrollo de un plan de intervención diseñado para abordar dichos factores, que habitualmente incluyen: Distorsiones cognitivas, la alteración de la imagen corporal, la autoestima. Y por otra parte, las áreas de vulnerabilidad previas al desarrollo del trastorno, como por ejemplo, el manejo de conflictos interpersonales, la regulación emocional, la autoexigencia excesiva, etc…

Por otro lado, la terapia familiar es una herramienta recomendada en el tratamiento integral de la anorexia nerviosa. Ampliar la visión de la influencia de las relaciones familiares en la dinámica del problema, y desarrollar estrategias más saludables favorecerá la recuperación. También favorece una mejor comunicación y expresión emocional por parte de toda la familia.

Por último, el trabajo individual de autoconocimiento profundo, ayuda conectar y diferenciar las propias emociones y procesos implicados en la problemática. Ello facilita el crecimiento personal y el desarrollo de una individualidad sana, capaz de involucrarse en las diversas áreas de la vida adulta.